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Decio Machado, sociólogo y periodista, analizó la situación de inseguridad que vive el Ecuador con un Gobierno que es blanco de cuestionamientos.
En entrevista con Radio Pichincha, Machado dijo que es preocupante la ola de violencia que enfrenta Ecuador y que le da la impresión de que es intencional que el Estado no haga nada y más bien se lo siga desmantelando. Al menos, esa es la lectura que tiene no solo él, sino -por ejemplo- la prensa española.
No se entiende, dijo, cómo no se dota de los equipos necesarios a la
Policía Nacional, para enfrentar a la delincuencia, así como no se tiene
un presupuesto adecuado y un plan integral. Pero también señaló que la
violencia se da por la falta de atención a sectores excluidos de la
sociedad.
El analista comentó que es notorio el desmantelamiento del Estado
porque no hay una política pública que haga frente a la problemática de
la inseguridad.
Machado aclaró que se pueden dar cambios en la Cartera de Seguridad, pero que es indispensable tener una hoja de ruta porque quienes ocupan la dirección son prácticamente los últimos de la fila, ya que los expertos no quieren trabajar con el gobierno del presidente Guillermo Lasso.
Sostuvo que la explosión del crimen organizado que vive el país es
por una falta de respuesta a la gobernanza y se ha dejado -al parecer-
intencionalmente que el Estado esté capturado por el narcotráfico.
“Vemos un Estado inútil, un Ejecutivo ineficiente que representa el gobierno del presidente Lasso. La realidad que vive el Ecuador no se puede dar sin la complicidad con el Estado, la ineficiencia del neoliberalismo no llega a tanto. Este es un gobierno que está en la lona por la poca capacidad para articular políticas”, puntualizó.
Comentó que la crisis política por la que atraviesa Lasso no es de ahora, sino que viene desde antes.
Machado hizo una lectura de la campaña electoral de Lasso previo a
llegar a la Presidencia y dijo que su ganancia fue el resultado no de un
apoyo a su candidatura, sino de rechazo a otra.
“Lasso no significó un ápice de esperanza para el pueblo ecuatoriano.
Fue un voto de rechazo a otra candidatura y ahí jugaba un 50 – 50”,
subrayó.
Sobre el proceso de juicio político al mandatario ecuatoriano,
Machado expresó que lo que “es pan para hoy es hambre para mañana”.
Expuso que el proceso de juicio político por ahora es un espectáculo
a la enésima potencia porque cualquier cosa puede pasar en 35 días
debido a que la Asamblea Nacional se ha convertido en una “alfombra”.
El periodista manifestó que lo único que se puede aseverar es que hay
una deslegitimación social a la figura de Lasso, pero que es difícil
saber qué es lo que va a pasar.
Mencionó que lo que se sabe es la intervención de los operadores del
ministro de Gobierno, Henry Cucalón, en la Asamblea Nacional para la
compra de votos.
Confió en el rol que pueda jugar en este momento la presión social, ya que cerca de un 69% de la población quisiera que Lasso deje el gobierno, pues para la gente es él el problema.
Al ser consultado sobre el rol de Alfredo Borrero, le pareció que es
un personaje gris y que no sabría lo que haría el segundo mandatario si
le proponen la Presidencia. No dudo que ese respaldo a Borrero provenga
desde los socialcristianos.
Para Machado, Lasso está en una encrucijada porque hasta los Estados
Unidos cuestiona su accionar, por lo que no duda que la respuesta del
Gobierno sea convocar a una muerte cruzada.
Vio que hasta los medios de comunicación oficialistas van cambiando
de bando, a pesar de que pongan en duda su credibilidad, pero esa
respuesta se da porque el Gobierno dejó de ser la mejor carta.
“Se asiste a una debacle, capaz que no se dé el juicio político, pero
después de eso habrá un estado de ingobernabilidad, porque no se
descarta que la gente salga a las calles por un gobierno que no
funciona. Un buen estadista debería entender que cuando deja de ser útil
se convierte en inútil”, exclamó.
El sociólogo mencionó que si se quiere mantener a Lasso cuatro años contra la voluntad popular, tampoco eso es democracia.
