Expertos de Estados Unidos y Canadá demostraron que ser optimista influye en la vida sexual de las parejas a medida que pasan los años, específicamente, cuando la persona es adulta y adulta mayor. Para ello se hicieron encuestas a parejas mayores de 45 años sobre sus expectativas a futuro.
Los encuestados que fueron optimistas sobre su vida sexual informaron 10 años más tarde tener sexo significativamente más frecuente y más satisfactorio frente a quienes tenían expectativas más bajas. Incluso aquellas personas con limitaciones físicas, pero pensamiento positivo.
Un estudio publicado por The Gerontologist confirma que las personas con altas expectativas o visión positiva sobre la longevidad gozan de plenitud e intimidad satisfactorias.
Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo, comentó a Infobae que “hay que derribar el mito de que la vida sexual se termina cuando uno entra en la longevidad o en la madurez. En realidad, no es así. Si no hay una patología física que pueda comprometer los vasos sanguíneos dificultando la erección o el orgasmo, o una enfermedad neurológica, diabetes o problemas psiquiátricos, la persona puede mantener sus funciones sexuales en un estado realmente satisfactorio. Esto puede darse tanto en una conducta autoerótica como estando con la pareja o con otras personas”.
Mientras que Natalie Wilton, terapeuta especializada en sexualidad de adultos mayores, dijo que “como sociedad, aceptamos muchos de esos tropos y estereotipos realmente peligrosos, que hacen que sea muy difícil que los adultos mayores se sientan abiertos a hablar sobre sexo”.
