El 29 de septiembre, como parte de la 3.a Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia, se realizó el conversatorio Yo marcho por la Paz, con la participación de los equipos base de Costa Rica, Ecuador, Guadalupe, Honduras e Italia.
Rafael López Alfaro de la UNED dio la bienvenida, seguido por Giovanny Blanco, director de MSGSV Costa Rica, quien detalló los avances de la tercera marcha. Allison Méndez, habló sobre el ambiente, política y del Instituto de la Paz.
Rafael de la Rubia destacó la importancia de cuestionarnos ¿qué estamos haciendo por la paz?, mencionó la propuesta de nominar a las Marchas Mundiales al Premio Nobel de la Paz y abogando por la disolución de los ejércitos, además de subrayar la importancia del Código de Ética de Mundo Sin Guerras y Sin Violencia para frenar la reproducción de la violencia.
Durante el conversatorio, varios participantes reflexionaron sobre los conflictos internos y externos que afectan a la humanidad.
Se discutió cómo, a pesar de que el 95% del conocimiento es accesible gracias a la tecnología, muchas personas siguen conectadas con el conflicto y la violencia, tanto a nivel individual como colectivo.
Además, se mencionó que el ser humano es la única especie que se autodestruye y que la discriminación hacia la mujer sigue siendo un tema crucial.
Los participantes coincidieron en que la marcha no solo busca promover la paz, sino también mostrar que una acción individual puede generar un impacto global.
En la segunda parte del conversatorio, se formaron cuatro grupos que desarrollaron propuestas para fomentar la paz.
El primer grupo sugirió el compromiso personal y la creación de vínculos cercanos para expandir la paz a nivel social, haciendo énfasis en la constancia y la educación como motores del cambio.
El segundo grupo propuso usar redes sociales para promover la paz, educar en centros escolares y realizar campañas de concienciación, reconociendo el poder de cada individuo para transformar su entorno.
El tercero planteó que la falta de educación en el hogar ha llevado a una desatención global hacia el medio ambiente, lo que ha generado una crisis ecológica.
Subrayaron la importancia del reciclaje, destacando iniciativas como máquinas que incentivan la devolución de botellas plásticas y la necesidad de involucrar a más personas en el cuidado del entorno. Finalmente, el cuarto grupo reflexionó sobre la apatía social y la importancia de desarrollar habilidades ciudadanas, reducir la desigualdad y promover el cumplimiento de los derechos y deberes para el bien común.
El evento concluyó con una fotografía grupal cerrando así una jornada dedicada a la reflexión y la acción en pro de la paz y la noviolencia.
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