Si tienes menos de 35 años esta nota es importante para ti y, si tienes menos 25 ¡Es importantísima!, ¿por qué? Porque estaremos viviendo en carne propia las consecuencias de nuestras decisiones el resto de nuestras vidas.
Este próximo domingo 20 de agosto, por una aplicación de la figura de ‘muerte cruzada’ que ningún psíquico vio venir en 2008, todos los ecuatorianos estamos nuevamente llamados a las urnas a elegir a nuestros representantes de la función ejecutiva, legislativa y el sí o no en preguntas sobre explotar el crudo del bloque 43 del Yasuní y, la explotación minera metálica del Chocó Andino (a quienes aplique).
Primero, pongo sobre la mesa que si en el periodo de Lasso algunas autoridades la tuvieron difícil de 2021 a 2023, a quienes elegiremos ahora la tendrán mucho peor, al ejercer un periodo cortísimo de funciones hasta 2025; siendo específicos hablamos que estarán en sus cargos cerca de año y medio y, ¿qué problema apremiante del Ecuador se puede resolver en tan poco tiempo?
La respuesta corta es que ninguno; la media larga que con creatividad y experiencia se puede aminorar los efectos al corto-mediano plazo en campos como la inseguridad o desempleo y; la larga, que soluciones duraderas requieren políticas de Estado que vayan más allá de un periodo de año y medio (o de cuatro… e inclusive ocho).
Panas por esta razón debemos estar más conscientes sobre las decisiones que tomamos y sus consecuencias a futuro, cuatro años es muy poco tiempo, pero a pesar de esto, cuatro años podrían tener consecuencias en toda nuestra vida.
Tan solo recuerden: esa relación con su novi@ que duró menos de cuatro años, esa carrera que estudiaron en la u durante cuatro años o, ese crédito de cuatro años que sacaron viviendo el presente… entonces, ¿cómo es posible siquiera considerar que votar no es importante?
¡Panas!, yo jamás les voy a decir por quién deben votar, pero lo que sí no me cansaré de repetir es que ‘cada pueblo tiene el gobierno que se merece’ y que si no nos motivamos entre nosotros a salir de la apatía política, nos estamos ‘disparando en los pies’.
Resulta inaudito conocer sobre un atentado armado que al puro estilo de los carteles cobró la vida a un gran candidato presidencial que fue Fernando Villavicencio, como en nuestro país hermano, Colombia, cuando en 1989 mataron a Luis Carlos Galán.
Escuchar ‘yo no voto porque no importa’, ‘todos los políticos son corruptos’, ‘todos los servidores públicos son ladrones’ o ‘justo cuando me toque ir a la junta receptora del voto me voy a enfermar’ me pone los pelos de punta (chiste para los panas).
