Mientras que en la antigüedad el ideal de belleza estaba vinculado a la elegancia y el comportamiento, hoy en día, influenciado por la pornografía y la cirugía plástica, se tiende a una visión diferente donde el tamaño del pene es más valorado.
Esta pregunta, que surge al observar estas obras de arte, tiene una explicación más profunda de lo que parece.
La habilidad de los griegos en la representación del cuerpo humano es notable, como se aprecia en los Bronces de Riace.
Sin embargo, sus atributos sexuales son a menudo sorprendentemente pequeños.
Andrew Lear, experto en antigüedad clásica y profesor en universidades como Harvard y Columbia, explica que en la antigua Grecia, un pene grande simbolizaba la falta de control y moderación, atributos negativos para el hombre ideal.
En contraste, un pene pequeño era visto como un signo de racionalidad, autoridad y superioridad espiritual.
Esta estética se heredó en la época romana y perduró en la historia del arte, como se observa en el David de Miguel Ángel.
Aristófanes, en su obra Las Nubes, ya destacaba las proporciones ideales del cuerpo masculino, valorando un miembro pequeño.
