Hace pocos minutos dejó de existir el D. César Alberto Romero Villagrán, exVicerrector Administrativo de la Universidad de Guayaquil.
El Dr. César Romero Villagrán, inició una prolífera historia allá en el año 1979, cuando se tituló de médico cirujano en la Universidad de Guayaquil.
Después decidió especializarse en el Instituto de Seguridad Social, México, 1982, en el campo de la Inmunohematología, importante rama de la medicina es la que César Romero decidió dominar, una que permite el trasplante de células madre hematopoyéticas o sanguínea.
Décadas después volvería a capacitarse en la destreza administrativa, siendo diplomado en Actualización de Bancos de Sangre y Medicina Transfusional por la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey, México, 2009.Durante pleno transcurso de su carrera médica, el Dr. Romero adoptó una nueva faceta en su campo: la de poder impartir los conocimientos adquiridos a un nivel académico, logrando la formación del futuro médico.
Con esta finalidad, se diplomó en Docencia Superior a nivel de Post-Grado, en el Instituto Superior Pedagógico para la Educación Técnica y Profesional de La Habana, Cuba; fue diplomado superior en Docencia y Evaluación en Educación Superior, especializado en Gerencia en Educación Superior, y masterado en Docencia y Gerencia en Educación Superior por la Universidad de Guayaquil.
En su trayectoria de más de 30 años, César Romero ha ejercido la medicina, no solo en el ámbito práctico, sino también en el administrativo, habiendo ocupado el cargo de Director del Banco de Sangre por 20 años, y aportando 35 años en la Cruz Roja del Guayas.
Su desarrollo en la docencia universitaria, como profesor de 3er y 4to nivel, eventualmente lo llevó a ser Vicerrector administrativo de la Universidad de Guayaquil, en los periodos 2004-2009 y 2009-2014.
El Dr. César Alberto Romero Villagrán fue reconocido y condecorado por varios colegios profesionales, asociaciones gremialistas, agrupaciones y empresas públicas y privadas, nacionales y extranjeras, por su brillante aportación científica y su entrega humanista a los campos de la medicina, la administración y la docencia y entre las que destaca la condecoración del Congreso Nacional del Ecuador en el año 2005.
Deja un legado claro sobre la importancia de la responsabilidad, no sólo a la profesión y el prestigio personal, sino también al compromiso con el prójimo.
Descanse en paz doctor Romero.
