En un zoológico de China, un gato anaranjado sorprendió a todos al meterse en el recinto de los leones.
Lo que parecía una situación peligrosa reveló una historia insólita: los felinos grandes lo recibieron con afecto.
¿La razón? Fueron criados juntos desde pequeños, tras ser rescatados de distintas situaciones. Hoy, los leones adultos comparten comida y descanso con su viejo amigo, demostrando que la lealtad no entiende de especies ni tamaños.
Fuente: Rexufo