diciembre 21, 2025

ECUADOR TIENE EXCESO DE MÉDICOS GENERALES

Al cierre de este año 2025, uno de los temas que más se ha analizado, a escala nacional, es la crisis en el sector de la salud, la cual se agudiza cada vez más por la débil gestión del Gobierno Nacional en la entrega y distribución de medicinas e insumos.

A esto se suma la saturación de médicos generales, según el estudio La Oferta y la Demanda de Médicos en el Ecuador 2016-2030, que fue elaborado por el catedrático y gastroenterólogo Enrique Hidrobo.

Para el profesional, la situación es crítica en la actualidad y se complicará mucho más en los próximos cinco años ya que cada año se gradúan miles de galenos en las universidades públicas y privadas.

En 2016, Ecuador tenía 33 925 médicos, lo cual equivale a una tasa de 20,52 por 10 000 habitantes, contando a residentes, rurales y de postgrado. Al 2017, aumentó a 37 293 con una tasa de 22,2.

Esos números se ajustan a los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda un mínimo de 23 por cada 10 000 habitantes. Pero casi 10 años después, en 2024, la tasa casi se duplicó a 40,35 e Hidrobo prevé que, en el año 2030, llegue a ser de 59,31 con más de 100 000 galenos en territorio nacional.

La situación se agudiza por la falta de empleo ya que cada vez es más frecuente encontrar profesionales de salud que no ejercen su profesión porque no hay suficientes plazas. Lo afirma Víctor Álvarez, coordinador del Observatorio Médico provincial de Pichincha.

Él también levantó información sobre el mismo tema y señala que cada año se gradúan en promedio 1 500 médicos generales en más de 20 facultades de Medicina que funcionan en el país, pero en el sector público se abren entre 100 y 150 plazas al año, lo cual precariza las condiciones laborales. Tampoco hay empleo en el sector privado y los horarios de trabajo se aplican por fuera de lo normal con salarios por debajo de los USD 1 500. En algunos casos, en lo privado, no hay beneficios de ley y los galenos trabajan con facturación.

La situación es más complicada -acota Álvarez- porque en el 2026 hay la orden de disminuir el número de contrataciones de servidores de la salud en lo público, lo cual empeorará la situación.

Considera que también hay se debe analizar si la concentración de médicos ocurre únicamente en las zonas urbanas y si existe una carencia en la ruralidad. En ese contexto, lo que hace falta, en el sistema público, no es cantidad, sino una planificación adecuada del personal. “Hay demasiadas salidas de médicos formados sin plazas de posgrado ni empleos dignos”.

Todo esto incrementa la precariedad e incentiva la fuga de talentos. La mayor parte se va a Argentina, México, Colombia, Chile u otros apuntan a los posgrados, principalmente en España, con el MIR (Médico Interno Residente).

¿Sabías que?

Según el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), el número de médicos se ha disparado en los últimos 45 años, a escala nacional. En 1980 había 6 342; en 1990, subió a 9 785; en el año 2000 ya eran 10 344. Hasta el año 2020, en plena pandemia del covid-19, se reportaron 40 587 profesionales.
Las soluciones

Juan Pasquel es presidente del Colegio de Médicos de Pichincha. A su juicio, la saturación de médicos en cuantitativa y cualitativa. La primera tiene que ver con números. En 2017, Ecuador tenía un déficit de galenos, pero en casi diez años pasó a lo contrario: la saturación. Recuerda que hay 37 facultades de Medicina, a escala nacional, en 118 universidades.

“Para 2030 se prevé sobresaturación de médicos en algunas especialidades”, acotó. En lo que respecta a lo cualitativo , Pasquel analiza el trabajo de las universidades. “Hemos detectado que los médicos jóvenes que están saliendo no están cualitativamente capacitados, desde el punto de vista de competencias, con las exigencias del sistema nacional de salud”.

Ante eso, desde del Colegio de Médicos de Pichincha se ha iniciado la certificación con la oportunidad de darles capacitación con los distintos perfiles del Ecuador: general, especialista y subespecialistas. Con preocupación, analiza que hay un crecimiento excesivo de las escuelas de medicina. Asimismo, los estudios de oferta y demanda son incoherentes con las necesidades del país.

Otro problema es que los planes de estudios (pénsum) no son unificados; no hay eficiencia. Señala que para graduarse como médicos generales, los estudiantes están cumpliendo con 4 000 horas y la norma internacional dice que deben ser 12 000.

Álvarez considera que se deben implementar programas de concursos de méritos y oposición, a escala nacional, en los que las plazas se destinarán a todos los hospitales y se irán formando especialistas cada tres o cuatro años, de acuerdo a las necesidades que se requieran en el sistema de salud.

“Ahí habrá trabajo para los médicos jóvenes, posgrados dignos y remunerados y también se conocerá las necesidades de médicos especialistas en el país”, expresó. También se debe regular los nuevos cupos en medicina y se deben evaluar las necesidades antes de autorizar carreras, facultades o ampliar las matrículas. “Estamos conscientes de que no se pueden cerrar, pero si sigue este flujo de profesionales que ha generado una saturación de médicos, a escala nacional, habrá un momento en que, de manera obligatoria, el Estado tendrá que tomar una dura resolución y cerrar todas las carreras porque el país se está saturando”.

Por el momento, lo que se debe hacer en el Consejo de Educación Superior (CES) es no autorizar más carreras de medicina en universidades y reducir el cupo de estudiantes de Medicina. El objetivo es regular el flujo de profesionales de salud.

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