Arabia Saudita es conocida a nivel internacional por estar gobernada por una familia real que no tolera la oposición política, por liderar las estadísticas mundiales de aplicación de la pena de muerte y por su cultura extremadamente conservadora, que prefiere el uso de vestimenta recatada y prohíbe todo tipo de alcohol.
Ese escenario se verá confrontado pronto con el proyecto a largo plazo de inyectar miles de millones de dólares al sector turismo, con el objetivo de atraer visitantes.
Es parte del plan Visión 2030, cuyo objetivo es diversificar la economía y hacerla menos dependiente del petróleo.
La proyección es que el turismo pase de aportar el 3 por ciento del PIB al 10 por ciento, y genere un millón de puestos de empleo.