Hasta finales de junio de 2023, la línea única 9-1-1 ha recibido un total de 1’816.407 llamadas sin interlocutor o silenciosas. Se trata de comunicaciones que se receptan, pero en las que el evaluador al contestarlas no recibe ninguna respuesta o se escuchan sonidos inteligibles y/o voces de fondo.
Según el ECU 911, junio fue el mes con la mayor cantidad de estos reportes. Fueron 346.327 llamadas las que se receptaron, sin que estas alertaran de algún peligro o situación de riesgo. El número representa un incremento del 75% con respecto al mismo periodo de 2022. En el primer semestre de ese año se registraron 1.038.128 comunicaciones sin interlocutor.
Además, en lo que va del 2023 se registra un uso inadecuado de la línea del 47,6%. Es decir, 2’569.991 llamadas han sido falsas, de broma o pidiendo información inadecuada.
Para la institución, el mal uso de la línea 9-1-1 es un problema crónico y difícil de solucionar debido a múltiples factores. Entre ellos se encuentra la falta de solidaridad y la ausencia de corresponsabilidad ciudadana.
Además, nuevas actualizaciones de los sistemas de celulares generarían llamadas accidentales. Esta situación no solo se encuentra en Ecuador, sino en países vecinos que reportan la misma situación. Estas pueden deberse a nuevas funcionalidades en los sistemas iOS y Android que pueden activar automáticamente una comunicación al número de emergencia, incluso sin desbloquear el dispositivo.
El ECU 911 sostiene que, en algunos casos, algunos equipos móviles detectan una actividad inusual, entran en modo de alerta y llaman al 9-1-1. ¿La solución propuesta? Optimizar las funcionalidades de los equipos móviles para evitar las llamadas accidentales o involuntarias a la línea única de auxilio.