Brianna Clark, una joven de 23 años, compró un vestido de segunda mano, y fue tanto el potencial que vio en él, que ella misma lo transformó para crear el de sus sueños.
La joven estaba a un año de casarse, por lo que encontrar un vestido aún no era una prioridad, pero una tarde encontró en una tienda de segunda mano uno a tan solo 12 dólares. Ella no pudo evitar sentirse atraída por el estilo “vintage”, y lo llevó a dos costureras para modernizarlo, pero rechazaron el proyecto al ser de “alto riesgo”.
Ante la negativa de las costureras, Brianna tomó la decisión de transformarlo. “¡Iba a ser mi vestido de mis sueños, aunque tuviera que hacerlo yo sola!”, por lo que rediseñó el escote, quitó las mangas originales usando la tela para crear hombros descubiertos, agregó un corsé interno para darle estructura y uso una falda de aro para darle más volumen. Fue un proceso que le tomó unos 5 meses terminar.
El día de la boda, los invitados quedaron sorprendidos al ver que la confección del vestido fue realizada por la misma Brianna. “Todo valió la pena”.
