Un niño de 10 años llamado Vaughn Preston decidió transformar sus ahorros en un gesto de generosidad: compró una bicicleta para Tony Antonio, un empleado de una estación de servicio en Gillitts, al oeste de Durban, con quien había construido una amistad muy especial.
La relación entre ambos empezó cuando Tony consoló al pequeño en un momento difícil. Desde entonces, Vaughn pasó a visitar el puesto con frecuencia solo para conversar con él, creando un vínculo sincero y lleno de cariño.
Aunque el niño estaba guardando dinero para unas vacaciones, optó por usar sus R600 para sorprender a su amigo con una bicicleta nueva, demostrando la fuerza de la empatía y el valor de la amistad.
La madre de Vaughn, Mandy Preston, se mostró profundamente orgullosa del gesto de su hijo.
El acto conmovió tanto a la comunidad que una tienda local decidió sumarse regalando vales de compra para ambos.
Tony no pudo contener la emoción al recibir el inesperado presente, que se volvió un ejemplo de bondad que inspiró a muchos.