Aguz Tana, una mujer de 34 años oriunda de Argentina, trabajaba en una oficina, a horario fijo de nueve horas diarias en el centro porteño.
Su rutina era típica, a la vez que desgastadora: se levantaba muy temprano, viajaba apretada en el colectivo y volvía a casa cuando el día estaba terminado.
Así fue hasta que quiso salir de su zona de confort y comenzó a intercambiar videos íntimos con parejas swinger.
Luego una cosa llevó a la otra y comenzó a monetizar sus videos por “mucho dinero”, y del entretenimiento pasó a lo profesional.
Le surgieron dudas, puesto que el cambio era importante frente a lo que había hecho como rubro, pero un día tomó la decisión y comenzó a dedicarse de lleno al contenido para adultos.
“Imaginate que en un día gano lo mismo que trabajando un mes en la oficina”, asegura Tana. Así, dejó su vida de oficinista para integrarse al mundo de Only Fans.