El mundo del arte y la televisión en Ecuador está de luto tras la inesperada partida de la actriz Amparo Guillén, recordada por su papel de Lupita en la emblemática serie Mis adorables entenados.
Guillén falleció el pasado jueves 12 de diciembre en Guayaquil debido a un infarto, dejando un vacío en la comunidad artística. Sin embargo, el dolor se intensificó con la noticia del fallecimiento de su hijo apenas dos días después, el sábado 14 de diciembre, en Cali, Colombia, como consecuencia de un traumatismo craneal.
Una tragedia doble que conmociona a Ecuador
Según fuentes cercanas a la familia, Amparo Guillén había viajado a Colombia para estar al lado de su hijo, quien estaba delicado de salud. Lamentablemente, el joven sufrió un accidente cuyos detalles aún no se han revelado, provocándole un traumatismo craneal que le costó la vida. Su fallecimiento ocurrió al mediodía del sábado, dejando a la familia sumida en un profundo dolor.
Esta tragedia doble ha impactado a seguidores, amigos y colegas de la actriz, quienes recuerdan su carisma, talento y contribución al desarrollo de la televisión ecuatoriana. Guillén, una figura entrañable, dejó una huella imborrable en la cultura popular del país.
Homenaje póstumo en el Palacio de Cristal
El cuerpo de Amparo Guillén llegó a Guayaquil el sábado 14 de diciembre, donde se llevó a cabo un velatorio íntimo en presencia de familiares y amigos cercanos. Sin embargo, el público tendrá la oportunidad de despedirse de la actriz este lunes en un homenaje póstumo que se realizará en el Palacio de Cristal, con ingreso libre. Se espera que admiradores, colegas y figuras del medio artístico asistan para rendir tributo a la querida intérprete.
Amparo Guillén: un legado que trasciende
Guillén es recordada no solo por su papel en Mis adorables entenados, sino también por su compromiso con el arte y la televisión ecuatoriana. Su talento y dedicación la convirtieron en una de las actrices más queridas del país, y su partida deja un vacío que será difícil de llenar.
El doble fallecimiento de Amparo Guillén y su hijo resalta la fragilidad de la vida y ha movilizado a la comunidad artística y al público en general, quienes lamentan esta irreparable pérdida.