La británica Selwa Hussain se hizo mundialmente conocida por vivir sin un corazón natural.
En 2017, a los 39 años, los médicos reemplazaron su corazón fallido con un sistema cardíaco artificial total.
Esta madre de dos hijos depende de una máquina portátil de unos 6 kilos que lleva consigo en una mochila, la cual bombea aire a través de tubos conectados a su pecho para circular la sangre.
Su caso es un testimonio del avance de la tecnología médica, demostrando que es posible llevar una vida relativamente normal con este soporte vital.