Un caso único en el mundo ha dado nuevas esperanzas a los científicos franceses: el de un niño con un glioma en el tronco cerebral, uno de los cánceres pediátricos más letales.
Lucas, un niño belga que hoy tiene 13 años, desafió por completo los pronósticos. Tras ser diagnosticado a los 6 años con esta enfermedad prácticamente incurable, actualmente es considerado un paciente curado y su cerebro no muestra rastro alguno del tumor.
“Lucas pulverizó todas las expectativas de supervivencia”, afirma con entusiasmo su médico, Jacques Grill, responsable del programa de tumores cerebrales del departamento de oncología pediátrica del centro Gustave-Roussy, en el sur de París.
Este tipo de cáncer, que no puede operarse, suele tratarse con radioterapia, un método que en ocasiones logra frenar su avance, aunque solo de forma temporal. Hasta ahora, no existe ningún medicamento completamente eficaz contra esta enfermedad.
