La corrección política, la novelería ideológica con o sin campañas electorales y las irreflexivas formas de “caer bien” a la masa hablante y votante, son algunos de los elementos que hay considerar frente a la utilización del denominado lenguaje inclusivo, cuyos caballos de batalla están alineados a la tendencia anti de un sistema democrático que ciertamente tiene sus fallas, pero que es el único que tenemos.
Con frecuencia en las intervenciones públicas de las personas, personajes y personajillos, podemos evidenciar la utilización sosa y cansina de términos y palabras cuyos significados y significantes son perfectamente entendibles y universalmente aceptados, pero que hoy, de acuerdo con la moda, terminan en la tediosa redundancia de ser pronunciadas con las vocales a y o, basta con leer la Constitución del 2008 y demás leyes para quedar pasmados e intoxicados de tanta “inclusión”.
Estas deformaciones han sido posicionadas en algunos sectores de la sociedad, tanto que quien se atreve a cuestionarlas sufre el denuesto y calificación de retrogrado excluyente, agresor de la libertad de expresión y enemigo de las “grandes mayorías”, en una claramuestra de manipulación ideológica del idioma que, de un tiempo a esta parte, intenta imponer su razón a la fuerza, cuando usted amable lector sabe perfectamente que la razón no pide fuerza.
La calentura no está en las sábanas y con palabrería no borraremos del mapa las agresiones intrafamiliares, el maltrato a los niños, la violencia de género, en fin…, no se eliminará la criminalidad venga de donde viniere. La hipocresía y la inconciencia han provocado cambios en la utilización de términos castizos que bien utilizados, es decir en la forma y tono apropiados, están muy lejos de ser peyorativos.
¿Acaso ha mejorado la situación del negro de Esmeraldas o del Chota por llamarle afroecuatoriano? … ¿ha disminuido el abandono de ancianos por denominarles adultos mayores? … ¿las ciudades tienen másaccesibilidad para los ciegos por llamarles no videntes? …¿y a los sordos, personas con discapacidad auditiva? …¿hay menos violencia, armas y drogas en las cárceles cuando se les denomina PPL´s a los presos?
En la actualidad, casi todo el mundo se escandaliza si aparece alguien a poner los puntos sobre las íes, se sienten ofendidos y se rasgan las vestiduras cuando se dicen las cosas por su nombre, lo políticamente correcto ha desplazado a la sensatez y al sentido común.