octubre 15, 2025

Oswaldo Paz y Miño (Violencia en el fútbol, un tema pendiente)

En los partidos de fútbol profesional,  del fin de semana jugados entre el viernes 9 y lunes 12 de junio 2023, se produjeron 10 expulsiones dispuestas por los árbitros, destacando entre ellas dos: las del señor director técnico de Sociedad Deportiva Aucas, César Farías por acciones violentas en contra de dos jugadores del equipo rival El Delfín de la ciudad de Manta, y la del señor jugador, Roberto Luzarraga, jugador de Técnico Universitario, quien también actúo violenta y agresivamente en contra del árbitro central del partido que el citado equipo jugó ante el Libertad de Loja.

Con extrema preocupación planteamos un problema concreto que es público y notorio en el fútbol rentado del Ecuador mismo que requiere de acciones y medidas coordinadas entre el Estado Ecuatoriano, y las entidades privadas que manejan el deporte popular, ya que la violencia en los espectáculos y escenarios del fútbol en el país es de vieja data y no para.

Está claro que el Estado sigue en deuda con la sociedad al no haber creado la ley especifica como existe en otros países sobre violencia en espectáculos y escenarios deportivos, un par de artículos improvisados en el COIP, poco o nada han ayudado para acometer el problema de forma integral. De modo que habremos de esperar para cuando exista una Asamblea Nacional que se dedique a legislar y no ha buscar como destituir al Presidente de la República como objetivo prioritario, y este integrada por gente sapiente y honesta, se cree la citada ley, para lo cual es imprescindible que quienes hayan aceptado ser candidatos a legisladores tengan  los conocimientos y la preparación necesaria para ello, ya que  lo contrario el haber aceptado las nominaciones  conocimientos  para hacer leyes, implica  un acto de corrupción inicial. Una mentira y un engaño a los electores, que termina en que analfabetos inclusive con títulos van a ocupar curules legislativas. Basta ya de eso que vergüenza nacional provocaban los que dejaron de ser tales en la peor asamblea de la historia.  

La violencia en el fútbol se produce dentro y fuera de los campos de juego, de los estadios, se da en las calles y plazas, en las estaciones de buses, en lugares en los que coinciden las “barras bravas”, los ultras, los fanáticos, que contra toda ética y respeto al juego limpio al deporte, acometen en contra de hinchas de equipos rivales, con acciones, como ha demostrado la policía nacional preconcebidas, planificadas, a la entrada o a la salida de los espectáculos acometiendo contra personas y propiedad privada.

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