En el corazón de Lhasa, capital de la región autónoma de Xizang (también conocida como Tíbet), está el Palacio de Potala, un símbolo único de la arquitectura, budismo y la cultura tibetana.
El recorrido comienza por este recinto que se erigió en el siglo VII y ocupa una extensión de aproximadamente 400.000 metros cuadrados. De ellos, 130.000 es la base construida en donde se encuentran los palacios Blanco y Rojo; más los templos de Jokhang y Norbulingka.
El primero es la residencia del Dalai Lama, el líder espiritual más importante del budismo tibetano; mientras que en el rojo están las salas de oración, estudios y mausoleos de los monjes. Hay más de 1.000 habitaciones, 13 pisos y 115 metros de altura. Fue construido por el rey tibetano Songtsen Gampo y ampliado por el quinto Dalai Lama.
Recorrer este recinto es mágico, ya que descubres la forma de vida de los monjes budistas y de su principal líder. Camas, sillas y mesas son parte de los insumos que están en el templo; a esto se suma cuadros y estatuas de buda que son veneradas por los creyentes del budismo.
Ellos acuden con manteca de yak -animal sagrado Xizang- para agradecer por los favores a buda. Además entregan ofrendas como yuanes, frutas o dulces. Adicionalmente rezan durante todo el recorrido: una muestra de cómo mantiene su religión y sus creencias.
El edificio además es un modelo de arquitectura antigua y hogar de más de 100.000 reliquias culturales.
El Palacio de Potala está ubicada en Xizang, también conocida como Tíbet. Te mostramos las novedades.
Fuente el telégrafo