En plena temporada navideña, cuando las tiendas de regalos se llenan de clientes buscando detalles festivos, una pequeña tienda en Fort Collins, Colorado, recibió a unos visitantes muy poco comunes. 🦌💚
Lori Jones, empleada del lugar, estaba trabajando en el Horsetooth Inn and RV Park, al pie de las Montañas Rocosas, cuando de repente una cierva salvaje cruzó la entrada y comenzó a recorrer los pasillos como si fuera una clienta más.
La cierva miraba con calma los productos, desde gafas de sol hasta bolsas de patatas fritas. Lori, sorprendida y divertida, decidió acompañarla afuera con una barra de maní, pensando que el encuentro había terminado.
Pero la historia apenas comenzaba.
Treinta minutos después, la cierva regresó. Esta vez no estaba sola: traía consigo a sus dos gemelos y a un joven ciervo adoptado. Los pequeños esperaron pacientemente en la entrada, como si pidieran permiso para entrar.
“Les dije ‘¡NO!’. Fue muy divertido”, recordó Lori entre risas.
Aunque no se sabe por qué la cierva mostró tanto interés en la tienda, Lori prefirió mantener cierta distancia, consciente de que eran animales salvajes. Con algo de alimento logró guiarlos de nuevo hacia el campo, no sin antes capturar unas fotos memorables.
“Fue adorable de ver. La vida silvestre aquí es asombrosa: tenemos leones de montaña, ovejas, ciervos, mapaches… todos deben valerse por sí mismos. Esa es la naturaleza. Pero creo que todos son maravillosos”, concluyó. 💕
Fuente: Animales Queridos
📷 Lori Jones
