diciembre 22, 2025

Una historia real sobre Judi Dench que la gente del teatro británico aún cuenta con cierto respeto atónito

JUDY DENCH estaba perdiendo la visión debido a la degeneración macular, pero se negó a renunciar. Hay una historia real sobre Judi Dench que la gente del teatro británico aún cuenta con cierto respeto atónito: un día en que demostró con precisión por qué los directores la llaman la actriz más valiente del mundo.
Ocurrió en 2012, justo después de que revelara que estaba perdiendo la visión debido a la degeneración macular. Los periódicos escribieron que su carrera estaba “casi terminada”. Algunos incluso dijeron que tal vez nunca volvería a actuar.
Todos esperaban su respuesta.
Llegó de una manera que solo Judi Dench podía ofrecer: silenciosa, feroz e inolvidable.
Durante los ensayos de SKYFALL (2012), cuando regresaba como M, entró al set sosteniendo el guion tan cerca que casi le tocaba la nariz. Un miembro del equipo, preocupado, le susurró suavemente:
“Señora Judi, no tiene que esforzarse demasiado hoy”. Dench bajó las páginas, sonrió y respondió con la serenidad de quien ha pasado toda su vida enfrentándose a tormentas:
“Si puedo ver tu contorno, puedo actuar. Y eso es suficiente”.

Quienes estaban allí cuentan que la sala se congeló por un momento. No lo dijo como una queja. Lo dijo como una declaración, casi como si se estuviera diciendo a sí misma: “No me detendrás”.
Más tarde ese mismo día, un técnico de iluminación movió accidentalmente una de las lámparas del plató. Su reflejo dificultó aún más que sus ojos enfocaran. Alguien ofreció pausar la filmación. Dench hizo un gesto con la mano:
“No. Sigamos. M no pediría un descanso”.
Esa frase se hizo famosa entre el equipo. Algunos la escribieron. Otros la repitieron durante años.
El director Sam Mendes recordó más tarde que Dench se disculpó por necesitar ayuda para encontrar sus marcas, los puntos marcados con cinta adhesiva que los actores usan para saber exactamente dónde pararse. Mendes dijo que intentó tranquilizarla:
“Judi, podemos ajustar lo que quieras”.
Ella negó con la cabeza.
“Ajusta la luz si quieres. Pero no ajustes el trabajo”.
Todos entendieron lo que quería decir: el estándar debe mantenerse alto, sin importar contra qué estuviera luchando. Entonces llegó el momento más audaz de todos.

Una tarde, el supervisor de guion se dio cuenta de que Dench se había memorizado casi todas las páginas, incluso las escenas en las que no aparecía. Cuando alguien le preguntó por qué, Dench respondió con una risita:
“Porque las palabras no desaparecen cuando los ojos fallan”.
Esa frase se convirtió en una leyenda silenciosa.
Durante la emotiva secuencia en la que M es herida y llevada a través del brumoso paisaje escocés, el terreno era irregular.
Un miembro del equipo intentó ayudarla a caminar. Dench le puso suavemente una mano en el brazo y susurró:
“Déjame intentarlo primero”.
Y lo hizo. Paso a paso, despacio.
Todo el equipo observaba en silencio. Algunos comentaron más tarde que se sentían como si estuvieran viendo a una reina cruzar un campo de batalla.
Al finalizar el rodaje, Sam Mendes le dijo al elenco: “Fuimos testigos de algo inusual”.
A esto, Judi Dench simplemente sonrió y dijo:
“Todavía no he terminado. Ni de cerca”.
Y no lo había hecho.
Continuó actuando, ganando premios, viajando y demostrando que todos los titulares que predijeron su caída estaban equivocados.

Sigue siendo uno de los incidentes más audaces y auténticos sobre ella, no porque luchara contra un enemigo, sino porque luchó contra un destino que otros intentaron imponerle.
Ella se negó a aceptarlo.
“Mientras pueda sentir el escenario bajo mis pies”, dijo una vez después, “no me detendré”. Y nunca lo ha hecho.

Fuente: Facepeliculas

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