La preocupación aumenta entre los inmigrantes en Florida, ahora que este 1 de julio entra en vigor la nueva estricta legislación contra la inmigración ilegal promulgada por Ron DeSantis.
Según la medida, quien transporte a alguien que ingresó ilegalmente al país podría enfrentar una sentencia de cinco años de prisión o una multa de US$ 5.000 por persona.
También exige a las empresas con al menos 25 empleados que verifiquen el estado inmigratorio de los trabajadores en una base de datos federal llamada E-Verify, y crea sanciones para los empleadores que a sabiendas den trabajo a “extranjeros no autorizados”.