Este algoritmo puede ser muy útil para las autoridades al detectar discursos de odio en sus etapas iniciales, permitiendo implementar soluciones preventivas y promover narrativas que desmonten los discursos de odio. La adaptación a diferentes países requerirá ajustes, pero la utilidad potencial es significativa. Julio Montero y Elías Said mencionan que, el Proyecto del Monitor de Odio de la UNIR se expandirá primero a los países de lengua hispana, aunque se necesitarán ajustes para adaptarse a las peculiaridades lingüísticas y culturales. La posibilidad de expandirse a otros idiomas está en consideración, con adaptaciones necesarias para garantizar la precisión del análisis.
Frenar el odio en las redes sociales requiere un enfoque racional y de diálogo. La creación de espacios para el diálogo y la promoción de narrativas que desmientan los discursos odios son esenciales. La racionalidad debe prevalecer sobre la irracionalidad, y el diálogo debe ser la herramienta fundamental para contrarrestar el odio en línea y en la sociedad en general.
La era digital se enfrenta a retos y desafíos por la extensa cantidad de información que existen en publicaciones, donde muchas de ellas son negativas y poseen discursos de odio. La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha desarrollado un revolucionario “Monitor de Odio” para identificar y analizar expresiones cargadas de odio en publicaciones en línea.
Los directores del Proyecto del Monitor de Odio de la UNIR, Elías Said Hug y Julio Montero, explican que este algoritmo sofisticado examina tres modalidades de publicaciones: la versión web de los diarios, la versión en Facebook y la versión en X (antes llamado Twitter). El proceso implica la descarga de contenidos y un análisis basado en un algoritmo alimentado previamente con etiquetas de alrededor de 1,200,000 mensajes, detectando desde insultos hasta llamadas a la acción contra grupos vulnerables.
La detección del odio se realiza aplicando el algoritmo a las versiones web y redes sociales mencionadas anteriormente. Este proceso implica la descarga de información y el análisis de las expresiones a través del algoritmo, siendo esencial tanto la recolección de datos como su análisis para identificar patrones y manifestaciones de odio en el contenido digital.