Aunque pareciera obvio, las autoridades electorales no transmiten confianza y diafanidad previo a los comicios de segunda vuelta del próximo 15 de octubre; más bien, la gente decidió autoconvocarse a las afueras del Consejo Nacional Electoral (CNE) para exigir la renuncia de Diana Atamaint y sus camaradas.
Ella culpó de un ‘hackeo’, sin pruebas, a países como Rusia, China, Bangladesh e India, del fracaso del vototelemático en el exterior.
Para esto, la firma Antroproyecto, encargada del manejo cibernético, recibió mucho dinero a través de un contrato anómalo y sospechoso; e, irónicamente, a manera de broma de mal gusto, ahora pretenden repetir las elecciones externas a su manera.