La institución informó que, para el cierre del séptimo mes del año, la divisa estadounidense alcanza un precio de 29,50 bolívares, un 5,32 % más caro que la tarifa de final de junio, de 28,01.
La depreciación de la moneda venezolana se mantuvo, con algunas semanas más intensas, durante el primer semestre del año, un período en el que el bolívar perdió un 37,34 % de su valor en comparación con el dólar.
En las últimas semanas, se ha ampliado la brecha entre el precio oficial de la divisa y el costo promedio del mercado negro, donde ya supera los 31 bolívares por unidad.
La subida del precio de la divisa en Venezuela tiene un impacto directo en los bienes y servicios, pues están fijados, en su mayoría, en la moneda norteamericana, por lo que los expertos alertan de una aceleración de la inflación, que acumuló un 108,4 % entre enero y junio, según los reportes del BCV.
Además, el alza en el precio de la divisa afecta principalmente a los trabajadores del sector público y pensionistas, cuyo salario mínimo, fijado por el Ejecutivo y pagado en bolívares, equivale a menos de 5 dólares, un monto que se reduce conforme cae la moneda local.