Los planes, que se manejan con gran sigilo, tienen acciones de todo tipo. Desde ayudar a los presos para que se eduquen hasta organizar operativos sorpresa de control y reformas arquitectónicas en las cárceles. Cuenta con ayuda extranjera, que ha consistido en capacitación y tecnología. Y, también, con el apoyo de los uniformados de Fuerzas Armadas y Policía.
Él, quien es el quinto Director en el período del presidente Guillermo Lasso, asegura que la misión de controlar las cárceles es de “alto riesgo”. En un diálogo con este diario, de casi dos horas, expuso con detalle lo que se ha hecho y lo que queda sobre la mesa para las autoridades que llegarán con el cambio de Gobierno. Lea un extracto de la entrevista, realizada antes de la última masacre en la Penitenciaría.
P. La seguridad de algunos funcionarios el SNAI está comprometida por acciones de Lobos y Tiguerones. ¿Cómo cuida a ese personal que está detrás de estas operaciones en las cárceles?
Nosotros hemos tenido un acercamiento con la Dirección de Inteligencia de Policía Nacional. Además, creamos una Dirección de Inteligencia de SNAI, que es un subsistema de Inteligencia del Centro de Sistema de estratégico del Estado. Hemos hecho análisis de riesgos de los servidores, de los funcionarios.
P. ¿Y cuál es el riesgo?
El riesgo es elevado, porque las decisiones que se toman.
P. ¿Qué significa un riesgo elevado?
Que la vida está en peligro, así como también la de su círculo familiar.