Esta normativa, que entrará en vigor en marzo de 2025, abarca productos como papas fritas, bebidas azucaradas y cacahuates salados con chile, los cuales serán considerados no permitidos si contienen altas cantidades de grasa, azúcar o sodio.
Las instituciones educativas tienen un plazo de seis meses para ajustarse a esta medida y deberán cumplir con la normativa establecida por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Las escuelas que no lo hagan se enfrentarán a multas que varían entre los USD 545 y USD 5,450.
Además, la prohibición se extiende a la venta de estos productos en las inmediaciones de las escuelas, buscando limitar su accesibilidad para los estudiantes.
Una investigación realizada entre 2023 y 2024 reveló que el 98% de las 10.000 escuelas observadas ofrecían estos alimentos no saludables, contribuyendo al aumento de la obesidad infantil.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 5.7 millones de niños entre 5 y 11 años padecen obesidad, cifra que se eleva a 10.4 millones en adolescentes.
México implementó una medida para combatir la obesidad infantil al prohibir la venta de alimentos de alto contenido calórico y bajo valor nutricional en las escuelas.