estructurales de riesgo de violencia contra la mujer.
Sonia Andrade, médica-obstetra, dice que es necesario detallar en los planes de Gobierno el embarazo adolescente. “Porque lo que no se nombra no existe”, dice. Por ende “si bien sabemos que una niña de 10 años que es madre es una víctima de violación, no se puede solo encerrar a la problemática del embarazo adolescente, en el amplio espectro de la violencia de género”. (AVV)
Grave problema
José Ruales, ministro de Salud, ha calificado al embarazo en niñas y adolescentes como un grave problema para el país. No solo se trata de las complicaciones que tiene un embarazo en un cuerpo de una niña (hemorragias, abortos naturales, infecciones preeclamsia), sino las limitantes a futuro, pues las obliga a abandonar sus estudios.
Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), de los 53.847 embarazos registrados en 2022, 13.926 presentaron problemas que impidieron que los niños nazcan.
Ante esto, el MSP publicó la ‘Normativa para la atención del embarazo’ y la ‘Normativa para la prevención y detección de violencia en niñas y adolescentes’, como parte de una estrategia para reducir los riesgos durante el período de embarazo.
Según datos del MSP, la tasa de nacimiento es de 2,3 por cada 1.000 niñas de 10 a 14 años. Mientras que en las adolescentes, de entre 15 y 19 años, la cifra se incrementa hasta 54,6 nacimientos.
El objetivo del Plan Decenal de Salud 2022-2031 es reducir a 0,52 nacimientos por cada 1.000 niñas de 10 a 14 años y a 16,9 nacimientos en adolescentes de 15 a 19 años.