Para limpiar los ríos es necesario tratar las aguas residuales que se generan en la ciudad. En 2022, solo el 3% de estas aguas se trataba y este 2023, el porcentaje es de 3,42%, según datos de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).
Desde 2002, en Quito se desarrolló un plan para la descontaminación de ríos por medio del proyecto Vindobona, al que el alcalde Pabel Muñoz no le dará continuidad por su alto costo. Esto lo dijo aunque ya se han invertido cerca de $10 millones en estudios, en la última década.
Esperar a 2025
En lugar de continuar con Vindobona, Muñoz propone construir tres plantas:
- La primera se llamaría PTAR Quito y trataría el 55% de las aguas residuales.
- La segunda sería la planta de Tinallo.
- La tercera estaría en Monjas.
Sin embargo, no será hasta 2024 que se inicien los estudios de factibilidad. Eso significa que la construcción de dichas plantas se iniciaría recién en 2025. Mientras tanto las aguas contaminadas de la capital seguirán llegando hasta llegar a Esmeraldas e inclusive a Galápagos.
Para Muñoz, Vindobona no es “un proyecto viable” porque supera los $1.000 millones. Mientras que las plantas que él propone costarían $450 millones de dólares.