abril 24, 2024

Andrés Manuel en el tablero de ajedrez geopolítico

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La geopolítica

Si
bien en el imaginario colectivo se relaciona a la geopolítica con el
estudio de los conflictos (en su mayoría armados), entre los
Estados, la geografía política es mucho más compleja.

Esto
es normal porque uno de los problemas centrales de la geopolítica es
el de su ambigüedad, ya que existe una pluralidad de definiciones
derivadas de diferentes tradiciones de pensamiento y desde los
diversos lugares desde donde se piensa.

Una
de estas visiones, es el de la geopolítica crítica, que concibe a
ésta como un campo de problematización que contribuye a entender y
problematizar las proyecciones del poder en el espacio e
interpretarlos en su momento histórico para así desarrollar
herramientas de análisis que faciliten el estudio de casos
combinando perspectivas diferentes como lo pueden ser la geografía,
la política, las ciencias sociales, la economía, la estrategia,
entre otros.

El
ajedrez

El
ajedrez, por su parte, es un juego de estrategia en el que dos
personas se desafían frente a un tablero cuadriculado de 64 casillas
y dos grupos de figuras, 16 para cada jugador, unas blancas y otras
negras. De estrategia, porque en el que hay que resolver
constantemente los distintos problemas que se plantean sobre el
tablero.

¿Y
todo esto a qué va? ¿Cuál es la relación entre estas dos? Pues
que el año pasado, Laura Jane Richardson, jefa del Comando Sur de
los Estados Unidos, comparó la rivalidad entre Estados Unidos y
China con una partida de juego de ajedrez. En cualquier caso, empleó
esa metáfora para significar que la geopolítica del mundo es un
juego de estrategia mundial, no sólo entre las potencias, sino
también entre los diferentes actores políticos.

Y
en ese sentido, México y el gobierno de la Cuarta Transformación
han venido jugando algunas partidas en las que se pone en juego la
soberanía nacional.

La
partida de la soberanía energética

El
1 de octubre de 2021 el presidente envió a la Cámara de Diputados
una iniciativa para reformar la Constitución en la que se planteaba
fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y establecer
que el litio fuese propiedad de la nación. La iniciativa de reforma
planteaba modificar los artículos 25, 26 y 27 de la Constitución
para garantizar la seguridad energética del país, tarifas justas
para todas y todos, que la generación, conducción, transformación,
distribución y abastecimiento de energía eléctrica fuese facultad
exclusiva del Estado, que la CFE generase al menos el 54% de la
energía eléctrica que requiere el país, y la prohibición de las
concesiones de explotación de litio, con el fin de garantizar el
derecho de las y los mexicanos a la energía.

La
historia es ya bien conocida de que días previos a la votación
representantes de las corporaciones extranjeras presionaron a las y
los diputados para votar en contra de la iniciativa que buscaba
fortalecer a la CFE y garantizar la soberanía eléctrica de México.
El ejemplo más mediático quizás fue el de Paolo Salerno, quien se
atrevió a sentarse en una curul de la Cámara de Diputados por
invitación de la perredista Edna Díaz, pero él fue tan sólo uno
de los cabilderos de los sesenta cabilderos que en plena Cámara de
Diputados asesoraron a la coalición opositora de Claudio X González
y se encargaron de coaccionar el voto para votar en contra de la
reforma eléctrica.

Fue
así que el 18 de abril de 2022 con 275 votos a favor y 223 en
contra, el Pleno de la Cámara de Diputados desechó el dictamen que
favorecía a la CFE, la autosuficiencia y los precios justos para las
familias mexicanas.

Las
y los diputados del PAN, PRI, PRD y MC, festejaron que cumplieron con
su compromiso corporativo de ayudar a las empresas extranjeras que
buscaban destruir a la Comisión Federal de Electricidad y el litio.
Así, los diputados que votaron contra la reforma energética se
convirtieron, como dijera entonces el presidente Adolfo López Mateos
el 27 de septiembre de 1960, en traidores a la patria.

Pero,
la partida no estaba terminada. Ese mismo día, la coalición avaló
en lo general la iniciativa de reforma a la Ley Minera enviada la
noche del domingo por el presidente Andrés Manuel López Obrador con
la finalidad establecer que la exploración, explotación y
aprovechamiento de litio quedasen exclusivamente a cargo del Estado.
El 19 de abril, el Senado hacía lo propio y reconocía al litio como
patrimonio de la Nación.

Un
año después, el 4 de abril de 2023, el presidente anunciaba su
victoria. A su lado sentado, Ignacio Sánchez Galán, presidente de
Iberdrola, con mirada seria anunciaba en conjunto la firma de un
acuerdo con la empresa española para llevar a cabo la compra de 13
plantas de generación eléctrica. Con esto, la CFE pasará de 39.6
por ciento a 55.5 por ciento en la generación de toda la energía
del país (más de la que proyectaba en un inicio la reforma
energética de 2022), concretándose el rescate de la CFE y
garantizando el no aumento en precios a consumidores.

Fentanilo
e intervencionismo colonial

Conforme
avanzan los tiempos electorales en los Estados Unidos, sectores
ultraconservadores capitalizan la profunda crisis de salud pública
que vive Estados Unidos para justificar una intervención armada en
México para el combate al narcotráfico y así evitar la llegada del
fentanilo, como lo hizo el diputado Dan Crenshaw.

El
presidente pronto fijó postura el 9 de marzo de 2023, dijo, palabras
textuales:

“nosotros
no vamos a permitir que intervenga ningún gobierno extranjero y
mucho menos que intervengan fuerzas armadas de un gobierno extranjero
en nuestro territorio…. esta iniciativa de los republicanos, además
de irresponsable, es una ofensa al pueblo de México, una falta de
respeto a nuestra independencia, a nuestra soberanía… Y si no
cambian su actitud y piensan que van a utilizar a México por sus
propósitos propagandísticos, electoreros, politiqueros, nosotros
vamos a llamar a que no se vote por ese partido, por
intervencionista, inhumano, hipócrita y corrupto… A México se le
respeta. No somos un protectorado de Estados Unidos, ni una colonia
de Estados Unidos, México es un país libre, independiente,
soberano, nosotros no recibimos órdenes de nadie, aquí manda el
pueblo de México.”

Además
hizo varias preguntas y comentarios pertinentes al respecto:

“¿Por
qué ellos no combaten la distribución del fentanilo en Estados
Unidos, los cárteles de Estados Unidos que se encargan de distribuir
el fentanilo y más a fondo?

¿Por
qué no atienden a sus jóvenes?

¿Por
qué no atienden su problema grave de descomposición social?

¿Por
qué no atemperan el incremento constante al consumo de las drogas?

¿Por
qué, incluso, permiten que sean legales las drogas en Estados
Unidos?

¿Por
qué se comercializan armas de alto poder como si se tratara de
comprar cualquier mercancía sin ningún control? El 80 por ciento de
las armas de alto poder que utiliza la delincuencia en México se
venden en Estados Unidos y ni siquiera hay un registro de parte de
ellos. Es más, algunos legisladores del Partido Republicano son
financiados por las empresas que producen la armas para sus
campañas.”

Antes
México era el culpable de la inmigración en Estados Unidos y era
necesario un muro. Ahora México es el culpable de la epidemia de
fentanilo en los Estados Unidos. En la mentalidad conservadora
siempre hay temor y culpables, como quienes se quejan de una
inexistente imposición del lenguaje inclusivo consecuencia de un
ilusorio marxismo cultural.

A
los dimes y diretes entre el Gobierno de México y legisladores
republicanos, el presidente hizo enroque. El 4 de abril envió una
carta al gobierno de Xi Jinping con el fin de solicitar por razones
humanitarias su apoyo para controlar los envíos de fentanilo que
llegan a México desde China pues “últimamente de manera falaz e
irresponsables algunos senadores de Estados Unidos han culpado a
México de la desgracia que padecen a causa del consumo de
fentanilo”. Es claro que esta carta lleva un doble mensaje si lo
haces en el contexto de un mundo cada vez más multipolar donde China
es una de las potencias.

La
respuesta no se hizo esperar. El 6 de abril Mao Ning, ministra de
Asuntos Exteriores de China, aseguró que si bien China no existe el
tráfico de fentalino hacia México, atenderá las peticiones del
mandatario mexicano. Insistió en que el consumo de esta droga es un
problema originado en el país norteamericano, comentó que Estados
Unidos debe afrontar sus propios problemas y tomar las medidas
necesarias para regular el tráfico de fentanilo en sus fronteras y
reducir la demanda de esta sustancia.

Para
mitigar esta creciente tensión y amagues intervencionistas, entre
otras acciones, el presidente ha creado por decreto una Comisión
presidencial encargada de la coordinación nacional para combatir el
tráfico ilícito de drogas sintéticas (como el fentanilo), y armas
de fuego y sus municiones, donde existe representación del gobierno
de Estados Unidos y Canadá.

Así,
hace poco el director Oficina de la Casa Blanca para la Política
Nacional para el Control de Drogas aseguró que Estados Unidos está
trabajando con el gobierno mexicano y con el presidente López
Obrador, de manera mutuamente respetuosa, en contra de la producción
del fentanilo.

Hacia
una nueva Ley de Aguas y Ley Minera. La defensa de la Tierra, el Agua
y la Vida

El
28 de marzo el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una
iniciativa de reforma a las leyes Minera, de Aguas Nacionales y de
Equilibrio Ecológico, para recuperar la rectoría del Estado sobre
los recursos minerales e hídricos que se encuentran en el subsuelo
mexicano y son del dominio directo de la Nación.

La
iniciativa busca reducir de 50 a 15 años el término de las
concesiones y elimina el carácter preferente de la actividad minera;
es decir, la exploración, explotación y beneficio de los minerales
o sustancias no justificarán ahora la expropiación en favor de
particulares, incluso, sobre propiedad social.

Además,
garantiza que exista una consulta a pueblos y comunidades indígenas
previo al otorgamiento de concesiones mineras y establece la
obligación de que las personas ganadoras de una concesión presenten
un estudio de impacto social para determinar las probables
afectaciones que podrían tener la actividad minera en la vida de las
personas.

El
presidente aseguró que la iniciativa pretende regular las
concesiones mineras y de agua para minería con la finalidad de
proteger los derechos humanos al medio ambiente sano, a la salud y al
agua de las y los mexicanos, así como la preservación de los
recursos naturales de la nación y el derecho de los pueblos
indígenas a la preservación de sus territorios.

Y en esa partida estamos. No cabe duda que estamos viviendo tiempos interesantes. Así como hace 85 años el presidente Lázaro Cárdenas del Río nacionalizó el petróleo, y 63 años el presidente Adolfo López Mateos nacionalizó la industria eléctrica, la Cuarta Transformación nos coloca constantemente en coyunturas históricas similares: las de una partida de ajedrez donde México y su pueblo son los protagonistas en la lucha por la recuperación de nuestra soberanía frente a los intereses de las corporaciones extranjeras y a las potencias imperialistas que como el conde de Lorencez aún se creen amos y señores de México.

Yaomautzin Olvera Lara. Profesor-Investigador de la Universidad Intercultural de Colima. Licenciado en derecho por la Universidad de Colima especialista en Ciencias del Ambiente, Gestión y Sustentabilidad. Diplomado en Geopolítica por CLACSO. Es militante del Movimiento de Regeneración Nacional. 

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