El anuncio se da en momentos en los que la Corte Suprema analiza los derechos indígenas a las tierras ancestrales, un polémico asunto que enfrenta a los pueblos originarios y al poderoso sector agropecuario.
Desde la semana pasada, los magistrados del máximo tribunal volvieron a discutir, después de una pausa de casi dos meses, la constitucionalidad de la tesis jurídica conocida como «marco temporal«, que sostiene que los indígenas solo tienen derecho a las tierras que ocupaban el 5 de octubre de 1988, fecha de promulgación de la Constitución de Brasil.
La tesis, muy criticada por los indígenas, impediría la demarcación de tierras que tradicionalmente pertenecían a los pueblos originarios, pero que en 1988 ya habían sido ocupadas por agricultores o ganaderos, a veces a la fuerza.
Según datos oficiales, los pueblos originarios en Brasil ocupan el 13,7 % del territorio nacional, con 610 tierras indígenas, de las cuales 487 están delimitadas.