abril 22, 2025

Castigar la corrupción

Castigar la corrupción
Tenemos que recrudecer las penas, castigar a los corruptos y a los que dejan impunes a criminales y a personas ‘intocables’.
El sostén de la democracia y de la sociedad es el poder judicial: si este falla, los otros dos se descomponen.

Sisamnes, un juez corrupto en los tiempos de Cambises II, rey de Persia, según Heródoto, fue un juez que aceptó soborno en un juicio y dictó sentencia injusta. Como consecuencia, el rey lo mandó a detener por prevaricador y ordenó que se lo despellejara vivo. Su piel se usó para tapizar el asiento en el que había presidido los juicios, y en el que debía sentarse su hijo Ótanes, al que Sisamnes eligió para reemplazarlo. Ótanes debía recordar el origen del cuero en sus audiencias, deliberaciones y sentencias.

¿Nosotros también hemos vivido engañados?, ¿hemos apuntado solo a los corruptos con un sistema judicial con errores de “buena fe”?, ¿y si la solución es depurar esta función del Estado? Hubo una propuesta radical, pero no se concretó, que decía que junto a la imagen del delincuente también irían las de los encargados de impartir ‘justicia’ en esos casos. ¿Por qué tal proposición brillante no se materializó en el tiempo? La solución no sería solamente recrudecer las penas, sino castigar a los corruptos y a los que dejan impunes a criminales, y a los ‘intocables’ de cuello blanco que van por la vida enriqueciéndose a costa de las arcas públicas y del sector privado.

Kléber Wilfrido Barragán Hernández
Licenciado en Periodismo
Obreros de la Palabra

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *