Esta fue la primera declaratoria internacional, que propone evitar contactos con los pueblos aislados y además protegerlos de situaciones como la contaminación ambiental, la minería ilegal y la tala de bosques protegidos, entre otras medidas.
La iniciativa fue apoyada en la COP16 por más de 200 organizaciones indígenas y defensores de derechos humanos por el derecho a existir y la autodeterminación de estos pueblos.
La iniciativa fue suscrita por el Gobierno de Colombia, a través de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.
En la Conferencia de las Naciones Unidas para la Biodiversidad (COP16) realizada en Cali, Colombia, organizaciones indígenas realizaron un llamado a los gobiernos locales para proteger a los pueblos indígenas en aislamiento.