marzo 28, 2024

La agricultura circular necesita de mayores estímulos en Cuba

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La agricultora Yoandra Álvarez aprecia en Cuba fortalezas para
extender la agricultura circular, aunque faltan incentivos para el
reciclaje de residuos, el incremento del uso de biofertilizantes, el
cultivo de alimentos más sanos de forma sostenible y el estímulo a
reducir los desperdicios.

“En el país sufrimos de escasez de alimentos e insumos, e innovamos
con recursos propios desde el nivel micro. La agricultura circular es
una oportunidad, pero hay que trabajar duro y capacitar a las personas,
dar herramientas para reutilizar lo que ven como desperdicios”,
reflexionó Álvarez, impulsora de la finca integral La Yoandra, ubicada
en el barrio Mantilla del municipio de Arroyo Naranjo, en la periferia
de La Habana.

Esta técnica media en química, de 51 años, explicó a IPS que la finca
bautizada con su nombre, vinculada con la Cooperativa de Créditos y
Servicios Julito Díaz, surgió en 1999, con apenas tres hectáreas,
recibidas en usufructo del Estado.

“El terreno era un humedal y había un gran basurero. Tuvimos que
limpiar escombros, drenar el agua mediante zanjas y aplicar capa vegetal
para recuperar el suelo”, señaló.

“Desde un inicio tratamos de reutilizar todo lo del entorno y de las
propias producciones. Luego supimos que aplicábamos la agricultura
circular”, indicó.

Mediante cursos y talleres con el Instituto de Suelos,
añadió, “mi esposo y yo aprendimos prácticas para un mejor manejo del
recurso, uso de bioproductos, aplicación del riego, además del
conocimiento adquirido con otros productores”.

También “empezamos a usar la madera de árboles caídos, preparar
compost con el estiércol y aplicar biofertilizantes. Con las abejas
estimulamos la polinización y recurrimos a las cotorritas o mariquitas (Coccinellidae) como método de control biológico contra plagas. No usamos químicos en los cultivos”, amplió Álvarez.

“La agricultura circular es una oportunidad, pero hay que trabajar duro y capacitar a las personas, darles herramientas para reutilizar lo que ven como desperdicios”: Yoandra Álvarez.

La Yoandra, ahora con ocho hectáreas, acoge un Jardín botánico de
árboles frutales tropicales gracias al incentivo del ingeniero y
científico Adolfo Rodríguez Nodals (1945-2017), director desde 1997 y
hasta su muerte del Programa nacional de agricultura urbana, suburbana.
También dirigió el centenario Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (Inifat).

“Desde el 2000, Rodríguez Nodals nos invitó a plantar la mayor
cantidad de frutales. Muchas variedades eran desconocidas en un país
tropical y en los agromercados apenas se comercializaban las de la
estación. La idea era crear un banco de germoplasma para distribuir las
semillas en el país. Llegamos a tener acá 120 especies”, puntualizó.

La
agricultora cubana Yoandra Álvarez posa junto a la miniplanta donde se
elaboran helados artesanales, a partir de las pulpas de frutas
cultivadas en su finca en uno de los municipios de La Habana. Foto:
Jorge Luis Baños / IPS

Parte de las frutas de La Yondra se convierten en pulpa para elaborar
helados en una instalación dentro la pequeña empresa Natural Bio Vida,
constituida en la finca en 2021.

En el sitio también se ha instalado el restaurante Divino, que desde 2011 ofrece menús vegetarianos, veganos y sin gluten.

Sobresalen en los predios de la finca un estanque artificial para la cría de langostinos y carpas japonesas o koi (Cyprinus carpio koi), y un huerto para plantas medicinales y de condimentos.

Estimular un modelo para la sostenibilidad

La agricultura circular constituye un paradigma de acciones para
incentivar una actividad agrícola sostenible, consciente y respetuosa
del suelo.

Propone reciclar y reutilizar los residuos orgánicos para piensos y
fertilizantes, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero,
reutilizar el agua y usar energías alternativas para el riego.

Álvarez participó en el Primer Taller de Agricultura Circular,
efectuado en La Habana el 22 de marzo, en el cual una veintena de
mujeres, hombres y jóvenes con iniciativas relevantes en diferentes
regiones de Cuba compartieron experiencias y analizaron los retos para
el desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles.

Fue organizado por la embajada de Países Bajos y la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO), entidades que desde 2019 impulsan, conjuntamente con el Ministerio de la Agricultura (Minag) y otras instituciones, una estrategia para estimular esa forma de producción.

La
finca La Yoandra, en la periferia de la capital de Cuba, se asentó
sobre lo que era un humedal con un gran basurero y donde la aplicación
de capa vegetal para recuperar el suelo y otras prácticas agroecológicas
han permitido el auge de producciones, entre ellas de árboles frutales
como el cacao. Foto: Jorge Luis Baños / IPS

La actividad ocurrió en el contexto de la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria (Fiagrop 2023), impulsada por el Minag.

Durante el taller, al cual fue invitada IPS, varios participantes
consideraron que la agricultura circular puede contribuir al éxito de la
Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Ley
SSAN), en vigor desde octubre de 2022.

La norma perfila una política considerada estratégica y que aspira a
disminuir la dependencia de las importaciones de alimentos, de 70 a 80 %
de los que consumen los 11,1 millones de habitantes en la isla y el
turismo, y donde cada año se pierde un significativo porcentaje de
cosechas por mala gestión.

De las casi 11 millones hectáreas, este país insular caribeño posee
más de seis millones con potencial agrícola, aunque apenas se cultiva la
mitad.

Los datos oficiales muestran que casi 77 % de los suelos se
caracterizan por su poca productividad, a partir de la existencia de uno
o más factores adversos como la erosión, salinidad, acidez, mal
drenaje, baja fertilidad y contenido de materia orgánica o escasa
retención de humedad.

Disímiles factores externos conspiran contra el apremiante aumento de
la producción agropecuaria, entre ellos el embargo estadounidense que
dificulta el acceso a créditos internacionales para comprar
fertilizantes, pienso animal, maquinaria moderna, sistemas de riego o
ampliar las inversiones, exponen las autoridades.

Otros elementos complican el ámbito productivo como el impacto de
plagas, bajos rendimientos, éxodo de personas del campo a las ciudades,
impagos a productores, además de estructuras burocráticas que abruman la
comercialización en un contexto de desabastecimiento, inflación,
dolarización parcial y depreciación de salarios y pensiones.

“Debe potenciarse el papel del productor para ejecutar una
agricultura con éxito. Hay que incentivar mucho al campesino, algo que
pasa, por ejemplo, por cumplir con los contratos y pagarles en tiempo”,
analizó Álvarez.

Se refirió “a la necesidad de garantizar semillas de calidad a nivel
municipal, potenciar la comunicación para que los agricultores sepan
donde localizar bioproductos, además de garantizar el combustible para
evitar demoras en los traslados de las cosechas y no se pierdan”.

Álvarez reconoció cuánto falta por avanzar en los procesos de
certificación de productos agroecológicos, “que den fe de su mayor
calidad nutricional, estimulen sus ventas, además de educar más en
cuanto a buenos hábitos de alimentación”.

Debe pensarse, continuó, en cómo estimular a través de créditos
bancarios u otros mecanismos fiscales “a productores con pocos recursos,
pero con deseos de aumentar los cultivos agroecológicos”.

Al cierre de 2021 en Cuba se contabilizaba 226 597 fincas, 1202 de
ellas con la condición de agroecológicas y 64 % del total –unas 146
000-, incorporadas al movimiento agroecológico en las categorías de
inicio o en transformación, según datos oficiales.

Cultivo
de plantas medicinales en la finca cubana La Yoandra. Se trata de un
lugar abierto a la investigación, donde aprenden de prácticas
agroecológicas o estudian el suelo estudiantes de diferentes niveles de
enseñanza. La instalación de paneles solares favorecerá un riego más
sostenible. Foto: Jorge Luis Baños / IPS

Enfoque social

La Yoadra incuba proyectos sociales como el círculo de interés La
Rosa Blanca, que “inicié en el 2000 con niñas y niños que venían a jugar
en la finca. Empecé a enseñarles sobre agroecología y el medio
ambiente. Muchos vienen ahora con sus hijos”, significó Álvarez.

Precisó que estudiantes de la enseñanza primaria y de la secundaria
realizan allí aprendizajes similares, “mientras que la Cátedra de
biología de la Universidad de La Habana estudia el suelo. Somos un lugar
abierto a la investigación”.

De igual forma, desde 2008 opera en la finca el proyecto Desde
Adentro, destinado a atender a personas adultas mayores de la comunidad
que sufrían situación de abandono familiar o permanecían solas durante
el día.

La idea partió de los dos hijos de Álvarez, con respaldo de algunos amigos.

La agricultora apuntó que además de la alimentación diaria gratuita,
se les garantiza condiciones para el baño, lavado de ropa, así como la
limpieza de sus hogares. La iniciativa que llegó a reunir a unas 40
abuelas y abuelos se interrumpió por la covid y hoy apenas asisten dos
personas.

“Pertenecer aquí ha sido una gran alegría. Además de facilitarnos la
comida, nos lavan la ropa, nos acompañan a alguna consulta médica,
conversamos, bailamos y cantamos. Me siento muy bien feliz”, confesó a
IPS Isora Fumero, de 93 años.

De la treintena de trabajadores en la finca, casi por entero de la
comunidad, alrededor de la mitad son mujeres, “porque Yoanka ha
defendido priorizarnos al dar empleo”, destacó Berta Regla García, de 63
años, cocinera que prepara y condimenta platos del restaurante, algunos
muy criollos, con la alquimia de secretos de sus ancestros africanos.

Al dialogar con IPS, García apreció “trabajar aquí casi desde el
inicio del proyecto” algo que, además “me permite sustentar los gastos
de mi casa, porque soy el bastón de la familia, con una madre de 93 años
y un padre centenario”.

Álvarez comentó que planea próximamente reconstruir un biodigestor para las necesidades energéticas de la casa y el restaurante, así como instalar paneles solares para optimizar el riego desde un pozo de 45 metros de profundidad que abastece la finca.

Fuente: https://ipsnoticias.net/2023/04/la-agricultura-circular-necesita-de-mayores-estimulos-en-cuba/

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