Desde la separación de Shakira y Gerard Piqué las cámaras de los paparazzis los siguen a todas partes con la intención de tener alguna primicia sobre sus vidas.
Esto se intensificó tras la llegada de la colombiana junto con sus dos hijos, Milan y Sasha, a Miami, Estados Unidos, en donde viven desde hace un tiempo atrás.
Esto a pesar que ‘Shak’ emitió un comunicado pidiendo a la prensa, periodistas y paparazzis, que respetaran la privacidad de los dos menores, al punto que han hecho público quienes recogen a los pequeños del colegio.
Ante esta situación, la intérprete de Acróstico estaría harta y dispuesta a tomar una decisión calificada como radical para mantener la vida, desarrollo y actividades de sus hijos alejadas de los lentes de la farándula.