[responsivevoice_button voice=”Spanish Latin American Female” buttontext=”Pulsa para escuchar”]
<p>Cuatro figuras oscuras se mueven lentamente entre la niebla sobre un campo gris de girasoles muertos. Las lluvias primaverales han chocolateado los senderos y el barro negro se agarra a las botas como si fuera petróleo. En el silencio del páramo sólo se escucha el crepitar sónico de los sensores cuando se topan con alguna pieza de metal. Artem, el jefe, nos da la bienvenida con instrucciones muy claras: <strong>no salir del pasillo ya desminado</strong> para poder moverse y hacer fotos. Un paso más allá es terra incognita. Ninguno de los desminadores lo da sin pasar antes esa especie de sonar de profundidad</p>