El Centro Histórico, que es el primer Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por las Naciones Unidas en 1978, no solo es el corazón de la capital de Ecuador. También es uno de los complejos coloniales mejor conservados de América. Lo mejor es que es un lugar donde la magia del pasado se hace presente al recorrer sus angostas calles y empedradas aceras.
En este entorno, donde ahora pasean turistas, transeúntes y vendedores, tuvieron lugar algunas de las más célebres batallas independentistas y ejecuciones.
En la actualidad, hospedarse en el Casco Colonial se ha convertido en una opción común, especialmente en los históricos hoteles boutique que ofrecen espectaculares vistas de cúpulas, iglesias y tejados y calles en las que se han tejido tradiciones y leyendas como las del padre Almeida o de Cantuña, quien pudo engañar al mismísimo diablo.