El hito fue recordado con múltiples actividades en Chile y el mundo, los cuales reafirman el rechazo general que hay por la intervención militar para acabar con el gobierno de Salvador Allende en 1973.
En Chile, miles de personas llegaron esta semana al Estadio Nacional, el mayor centro de detención y tortura que existió durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), para sellar las conmemoraciones por los 50 años del golpe militar cumplidos el 11 de septiembre, además sirvió para rendir homenaje a Salvador Allende y las víctimas del régimen autoritario; el acto estuvo marcado por las presentaciones de bandas que lucharon por la libertad en los setenta y ochenta.
Es importante recordar que Salvador Allende fue el primer socialista en llegar al poder por voto popular en la historia, convirtiéndose de inmediato en una figura a nivel mundial, a pesar de las innegables divisiones que provocaba y sigue provocando en su propio país; mientras en el mundo su figura y su proyecto generaban gran admiración, especialmente en Europa.
Sin embargo, el 11 de sepriembre de 1973 se produjo un golpe de estado que cambiaría la historia de Chile, en esa época que Pinochet tomaba por la fuerza el gobierno, Bolivia estaba bajo el gobierno de facto de Hugo Banzer, Brasil llevaba nueve años de régimen militar, Uruguay era gobernada por Juan María Bordaberry, quien después iría a la cárcel por delitos de lesa humanidad; tiempo después en Argentina las Fuerzas Armadas tomaron el poder en 1976.
Medio siglo después, el mundo continúa conmemorando estos sucesos; por tal motivo, se realizó una exposición en París (Francia), se develó una placa de Allende rodeada de flores en Barcelona (España); mujeres con fotos de detenidos desaparecidos se postraron frente a la embajada de Chile en Londres (Inglaterra) y en Italia el gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni expresó su repudio.
Igualmente, se produjo el retiro de condecoraciones al dictador Augusto Pinochet en España y Argentina, como condena al legado de violaciones a los derechos humanos que dejó la dictadura y la política de desclasificación de archivos que, a diferencia de lo ocurrido en ocasiones anteriores, esta vez contó con un apoyo político más amplio.
Después de lo acontecido en Chile se profesionalizaron los derechos humanos en América Latina y el mundo. Esos eventos estuvieron marcados por gran solidaridad, a diferencia de Argentina o Brasil, que también tenían regímenes militares. Así, florecieron organizaciones de apoyo hacia las víctimas de la persecució y surgió una militancia internacional con foco en el respeto a la vida.
De interés: El exilio político durante la dictadura de Pinochet representa el mayor movimiento migratorio en la historia de Chile, sumando a más de 200 mil personas que se vieron obligadas a abandonar del país.
