abril 29, 2024

Hemos tenido un feriado de Semana Santa de infarto

La noticia de la masacre de cinco personas que habían llegado como turistas del vecino cantón Pedro Carbo, a Puerto López conmocionó la provincia al extremo que el presidente tuvo que militarizar la ciudad. Como si esto fuera poco la tarde del viernes santo, en plena celebración de la muerte de Jesús para los cristianos católicos, antes de que caiga el velo de la noche, fueron masacrados en la ciudad de Guayaquil, en la parroquia Mariuxi Febres Cordero, 8 personas que disfrutaban de un partido de vóley. Esto sin considerar las otras muertes que por igual suman a un fin de semana de terror en lo que debiera ser los días de mayor espiritualidad.

Esta visto que el crimen organizado no tiene ningún tipo de credo ni miramiento. Le importa un comino la espiritualidad del pueblo lo que le importa es saldar cuentas con sus enemigos territoriales que se disputan enconada y criminalmente los espacios de poder de la distribución de la droga. El uso de armas de largo alcance como fusiles, metralletas y más artilugios de los delincuentes evidencia que son grupos narco terroristas que tienen todo el poder armamenticios y de impunidad que el poder económico y político les da.

Para el presidente y su equipo de seguridad y los ministerios involucrados en el llamado plan Fénix, este debe ser uno de los peores fines de semana. Todo lo actuado se reduce a cero, volvemos a estar en manos del hampa local e internacional y lo peor sin tener un argumento válido que esgrimir de cómo vamos a enfrentar el terror de las calles y cárceles del país.

¿Es el delincuente apodado Fito, el responsable de esta desestabilización narco terrorista? Seguramente la ministra de gobierno, la Fiscal de la nación, Mayra Salazar, el apadrinado de los social cristianos Pablo Muentes saben el origen de estos ataques certeros y protervos en contra de la paz social de los ecuatorianos. Los de a pie no nos damos por enterados sino cuando los siniestros de las masacres ocurren. Ni siquiera podemos protegernos y ponernos a buen recaudo si uno de estos eventos se da en las calles de la ciudad al viejo estilo del oeste que nos acostumbró Hollywood. Realmente es una ciudadanía en total indefensión en la que solo podemos decir “sálvese quien pueda”.

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