Una imagen en la que se ve a cuatro migrantes escondidos en un barco dio la vuelta al mundo, gracias a las redes sociales, y muestra una realidad global de la movilidad de personas en busca de mejores días.
Los polizones se escondieron en la pala del timón del barco en su país natal, Nigeria, y se mantuvieron ahí hasta llegar a aguas de Brasil, 13 días después. Los hombres fueron descubiertos por los tripulantes de otra embarcación que pasaba cerca en la localidad de Espíruti Santo, sureste de Brasil.
Un delegado de la empresa representante del barco, los polizones “no tenían idea” de a dónde se dirigía la embarcación, antes de esconderse en la pala del timón del mismo, arriesgando su vida.
“Estaban en una situación muy precaria, pero no tenían problemas graves de salud. Llevaban algunos días sin comida y por lo menos cuatro días sin agua”, dijo Ramón Almeida, jefe de la estación de inmigración de la superintendencia de la Policía Federal (PF) en Espíritu Santo.
La empresa responsable del bote se hará cargo de los cuatro polizones, durante su estadía en Brasil y hasta “su regreso forzoso” a Nigeria, dentro de 25 días.