Becker, profesor de Astrofísica en la Universidad George Mason de Virginia, aceptó que por ahora no es posible determinar el momento de esta tormenta porque es algo tan impredecible como un terremoto.
De todas maneras, aseguró, ya es posible monitorear el incremento de la actividad solar y que, de acuerdo a esos datos, se puede intuir que la tormenta llegará en un lapso de diez a veinte años.
El líder del Laboratorio de Investigación Nacional de los Estados Unidos, Peter Becker, dejó un par de preocupaciones en el aire después de su entrevista en Xataca, un portal especializado en ciencia y tecnología.
El científico aseguró que la actividad del sol es cada vez más inusual y que su creciente actividad podría desatar una tormenta solar que causaría una falla global en los dispositivos electrónicos. Es decir, dejaría al planeta sin internet, ni comunicaciones durante semanas o meses.