Según Christian Riofrío, director ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera (AIMA), la clave del éxito, en primer lugar, pasa porque las empresas del sector tienen incorporado el ADN exportador desde el inicio.
Siempre se está buscando la internacionalización, las certificaciones y además se hacen continuas inversiones para producir más y mejor.
Así, por ejemplo, en el sector de los tableros, que es el primer producto de exportación de la industria forestal, todas las empresas son exportadoras. “Unas tienen un 80% de su producción para exportación, otras llegan al 50% y otras al 20%; pero todas son exportadoras”, puntualizó Riofrío.
En el caso del sector de la balsa, el 100% de las empresas son exportadoras.
Riofrío recalcó que incluso durante la pandemia, cuando las cuarentenas cerraron algunos de los mercados naturales de los productos ecuatorianos, la innovación, la calidad, las inversiones y la continua búsqueda de nuevos mercados permitieron que la industria forestal ecuatoriana se mantenga.