La campaña «Mi familia no sabe que fui un falso positivo», según explicó a EFE Luz Amparo Mejía, líder de este colectivo de mujeres buscadoras, surgió tras «adoptar» a esos restos recuperados en el cementerio Las Mercedes, en el municipio de Dabeiba, en el noroeste del país, que corresponden a hombres de entre 17 y 30 años.
«El solo nombre de esta campaña que lanzamos hoy con un plantón-velatón, en el marco de las actividades del mes por la paz, estremece. Queremos que retumbe en todas las personas para ayudar en la búsqueda de las familias biológicas de estos hijos putativos nuestros», comentó Mejía, el 31 de agosto de 2023.
Señaló que para las Madres de la Candelaria, organización fundada hace 25 años, se trata de un caso distinto porque su lucha se ha centrado en buscar a sus seres queridos, pero esta vez «tenemos los restos y buscaremos a las familias de estos jóvenes» para que puedan «cerrar una etapa y empezar el duelo».
Los llamados «falsos positivos» fueron ejecuciones de civiles por parte de miembros del Ejército que luego eran presentados como guerrilleros muertos en combate para recibir recompensas o beneficios.
En diciembre de 2019, la JEP inició excavaciones en el cementerio Las Mercedes tras recibir declaraciones de militares que reconocieron haber participado en estas ejecuciones de civiles y desvelaron el lugar de las fosas.