El muro en la frontera con México, la gestión de la pandemia del COVID-19, el asalto al Capitolio o sus escándalos sexuales son solo algunos de los hechos protagonizados por el primer exmandatario imputado en Estados Unidos.
Donald Trump recientemente inició su campaña para las elecciones presidenciales y mantiene su inocencia enfatizando que es la víctima honrada de delincuentes de la izquierda radical; pero, la naturaleza de sus acusaciones resucita al Trump que existía mucho antes de que se convirtiera en el presidente número 45 de Estados Unidos, gracias a su lema “Hagamos a Estados Unidos grandioso de nuevo”.
Desde el 16 de junio de 2015, día en el que anuncia su candidatura a la Casa Blanca, propuso la construcción de un muro en la frontera que pagaría México; era un pronunciamiento político del nacionalismo frente al multilateralismo y la solidaridad; más que una edificación de hormigón y acero en la frontera con México con fines de control migratorio.
Durante su mandato el expresidente dio positivo a COVID-19 tras haber pasado meses subestimando la importancia de la enfermedad y reconocido que lo hizo a propósito para evitar el pánico en uno de los países más afectados, con más de 7 millones de contagios y más de 200.000 fallecidos; según un análisis de expertos de la Universidad de Cornell de Nueva York, el mandatario fue probablemente el principal impulsor de la desinformación sobre la pandemia en los medios.
También está siendo investigado por hechos ocurrido en el cierre de su mandato, específicamente en el estado de Georgia, donde se investiga los intentos del expresidente de anular los resultados de las elecciones presidenciales del 2020 en ese estado; sin obviar las investigaciones para determinar la posible implicación de Trump en el asalto al Capitolio.
En esta dirección recientemente un jurado de Nueva York ha encontrado que Donald Trump no violó a la escritora E. Jean Carroll, pero sí que la abusó sexualmente y la difamó; por tal motivo, se le fijó una pena de 5 millones de dólares en un juicio que podría atormentar al ex presidente en su campaña para recuperar la Casa Blanca.
Sin embargo, Donald Trump ha leído el ambiente social y señala constantemente que los norteamericanos se encuentran enojados, frustrados, desafectos; en una palabra, hartos con el sistema político. De esta forma, lamenta la muerte del sueño americano, la desaparición de la clase media y la crisis económica; conectando así con su electorado para las elecciones del 2024.
De interés: El exmandatario oficializó su candidatura para las elecciones de 2024 con grandes opciones de triunfo, a pesar de los múltiples escándalos que alrededor de su persona.
