WASHINGTON. El expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) retomó su campaña presidencial con un discurso en el estado de Alabama en el que trató de sacarle rédito político a su tercera imputación. Lo hizo horas antes de que la antigua portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, alertó de que algunas publicaciones en redes sociales del expresidente podrían considerarse como «intimidaciones» a testigos en el caso del asalto al Capitolio y los intentos por revertir el resultado de las elecciones de 2020.
Trump bromeó con que cada vez que le imputan sube en las encuestas, y dijo que solo necesita una cuarta acusación para sentenciar los comicios de 2024. Su situación, sin embargo, toma un giro inesperado con las declaraciones de su exportavoz.
Grisham reconoció que la publicación de Trump en Truth Social donde advertía de que «si vas a por mí, yo voy a por ti», le parecía «escalofriante» y severó que considera este mensaje como una amenaza a los testigos. «¿Qué otras personas tan a tomar recado de eso?», dijo.
«Simplemente no entiendo, ¿alguien tiene que salir lastimado antes de que la gente se tome en serio este tipo de intimidación ‘online’? (…) Sé que está señalando a los fiscales pero, como alguien que recibe amenazas de muerte cada dos días, me pone nerviosa», manifestó Grisham ante la CNN.
En plena campaña
Hasta el momento, el exmandatario parece imbatible en su apuesta por hacerse con la nominación republicana para las elecciones de 2024, en las que espera enfrentarse al actual presidente, Joe Biden, liderando todos los sondeos de intención de voto para las primarias de los conservadores.
Precisamente en Biden y en su familia centró Trump una gran parte de sus críticas, repitiendo una retahíla de acusaciones de corrupción que ya es habitual en sus discursos, y volvió a prometer que, si llega al poder, ordenará una investigación del demócrata.