Después de todas las glorias y desventuras que atraviesa Barbie para convertirse en humana, la película termina justo en un momento crucial para el personaje.
Y no, no está comenzando un extraordinario trabajo de astronauta ni va a recibir un Premio Nobel, ni siquiera se trata de darse cuenta de la auténtica belleza humana: es una cita con el ginecólogo.
En la película, el personaje de Ruth Handler (que en la vida real inventó la muñeca) explica que “Barbie” no tiene un final. Sin embargo, la cinta termina con Barbie iniciando la experiencia humana completa.
¿Por qué algo tan cotidiano como una cita con el médico es lo suficientemente importante para la escena final de la película? ¿Qué hace de este inconveniente habitual una entrada unificadora en la feminidad?
Para ayudarnos con estas preguntas, hablé con la Dra. Leana Wen, analista médica de CNN, médica de emergencias y profesora de política y gestión de la salud en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington. Anteriormente se desempeñó como comisionada de Salud de Baltimore. Estas fueron sus respuestas.