En un comunicado, la Secretaría de Comunicación de la Presidencia explicó que el GLF es una entidad privada, cuyas inversiones provienen de fundaciones y no implican, en lo absoluto, fondos públicos.
Su objetivo es blindarlo de influencias políticas que quieran hacer mal uso de sus recursos económicos, y así asegurar que el dinero sea destinado exclusivamente a la conservación y la pesca sostenible en Ecuador.
“La soberanía del Estado ecuatoriano está garantizada tanto en la conformación del fondo, como en su funcionamiento”, detalló el documento oficial. Añadió que “ningún poder o interés extranjero estará por encima de los principios y prioridades ambientales del Ecuador”.