Erling Haaland, jugador del Manchester City, protagonizó un curioso momento en uno de los entrenamientos previos a la final de la Champions League que jugarán ante el Inter de Milán el sábado a las 14:00.
Haaland intentó dominar un balón, pero como estaba muy cerca de una hielera con bebidas energéticas, tropezó y terminó de espaldas sobre el campo de juego.