El Consejo Constitucional tiene entre manos una responsabilidad tremenda. Hay que abandonar la arrogancia y abrir camino a la humildad democrática para escuchar a quien piensa distinto y reconquistar la convivencia cívica que se ha deteriorado últimamente», expresó.
El proceso constitucional coincide con el 50 aniversario del golpe militar de 1973 que derrocó el Gobierno del socialista Salvador Allende e instauró una cruenta dictadura de 17 años, un aniversario marcado por el avance de la extrema derecha y la falta de consenso sobre el relato de memoria de la historia reciente.
«Sin convivencia cívica es difícil mantener la estabilidad en la democracia. Si los distintos grupos políticos no son capaces de ponerse de acuerdo, el país nunca logrará la justicia social y el crecimiento económico«, añadió el mandatario, militante del Partido Liberal, una de las formaciones de la coalición progresista oficialista.
La ultraderecha, con 22 de los 50 consejeros, es la primera fuerza política en el Consejo Constitucional y tiene poder de veto sobre cualquier propuesta para el contenido de la nueva Ley Fundamental.
Ideas para la nueva Constitución
Mirosevic compartió ante los consejeros constitucionales su visión sobre cómo debería funcionar el poder legislativo con la nueva Constitución de Chile, poniendo como objetivo conseguir «estabilidad» en el país con los «incentivos correctos» en el diseño de las instituciones políticas.