A finales del año 2022, 24% de la población había usado Bitcoin para comprar o hacer pagos, 77% consideraba que el gobierno no debía seguir gastando dinero público en Bitcoin y 66% consideraba un fracaso su aprobación
El Salvador sorprendió al mundo el 7 de septiembre de 2021 cuando entró en efecto una ley relativa a la criptomoneda; de esta forma, el país centroamericano se convirtió en la primera nación en hacer del Bitcoin una divisa oficial; el experimento empezó con varias compras por parte del Gobierno de Nayib Bukele, las cuales aún no tienen un impacto significativo en la economía del país.
La fiebre del Bitcoin en ese país es difícil de analizar porque es opaca y tiene varios objetivos: la inclusión financiera, el afán por incrementar la renta pública y una búsqueda constante de Bukele por ser protagonista de otra odisea en su país. Sin embargo, el Gobierno no lleva un registro público y lo más cercano que existe a un anuncio de compra han sido las escuetas publicaciones del mandatario en sus redes sociales.
El líder del poder ejecutivo salvadoreño ha continuado comprando la criptomoneda con fondos públicos pese a las advertencias del alto riesgo al que quedan expuestos los recursos de la nación por la inestabilidad del precio de un activo digital que perdió más del 60% de su valor en 2022; incluso, dio un paso más allá al promover una inédita y controvertida Ley de Emisión de Activos Digitales en enero de este año.
La nueva norma contempla la creación de la Agencia Administradora de Fondos Bitcoin, cuyo rol es administrar, resguardar e invertir los recursos provenientes de las ofertas públicas de activos digitales que realice el Estado salvadoreño; también debe velar por el rendimiento de los fondos, así se facilita la realización de emisiones de los llamados Bonos Volcán.
Estos nuevos bonos permitirían al país centroamericano revigorizar sus capitales para pagar su deuda soberana, financiar la construcción de la Ciudad Bitcoin y crear infraestructura de minería de bitcoin. Así, los bonos buscan levantar mil millones de dólares, la mitad de los cuales se destinaría a la construcción de la zona económica especial; inicialmente, estarían denominados en dólares, vencerían en diez años y manejarían un tipo de interés anual del 6.5%.
Los bonos tienen en su contra el desinfle del mercado cripto y el poco interés mostrado por los inversores internacionales. Por otro lado, la población aún no se conecta con este proyecto, las dudas rodean estas iniciativas, es casi imposible saber cuántos bitcoins ha comprado el gobierno y expertos estiman que las pérdidas fiscales podrían ser de unos 70 millones de dólares.
De interés: El FMI ha destacado que la economía salvadoreña ya logró recuperarse con un crecimiento del PIB real del 2,4%; pero, advirtió que es esencial una mayor transparencia sobre las transacciones en Bitcoin.